Tras los incidentes en los accesos del Hard Rock Stadium, la final de la Copa América comenzó con más de una hora de retraso. Argentina y Colombia protagonizaron un apretado encuentro que se definió en el tiempo extra con el solitario gol de Lautaro Martínez.
Colombia tuvo la primera del partido con una pirueta Jhon Córdoba al borde del área que se fue besando el vertical derecho, ante la mirada de Dibu Martínez. Los Cafetaleros apretaban la salida argentina y no los dejaban salir del fondo, pero en la primera que tuvieron los argentinos llegaron con peligro.
Desborde por la banda izquierda y un pase rasante, clásico, que buscaba a Messi, terminó rebotando en la espalda de un trasandino y cayó mansita en las manos del meta colombiano. Era el 1-0 para Argentina.
Luego fue el turno de Lerma, que probó los reflejos de Martínez desde unos 25 metros. El portero desvió al córner en 33 minutos de juego. Trascartón, Lionel Messi encaró dentro del área colombiana, eludió a tres rivales, pero se le acabó la cancha y la pelota salió por la línea de fondo. Hasta ahí, todo normal, pero en el último esfuerzo por impactar la pelota, la Pulga se dobló un tobillo. En la banca argentina cundían las caras de preocupación mientras su capitán caminaba rengueando.
Messi lloró a Argentina
Messi volvió a la cancha pero miraba constantemente a Scaloni al borde del terreno de juego. No se le veía bien al jugador con más finales de Copa América en la historia. De ahí en más, solo un cabezazo desviado por encima del arco de Camilo Vargas.
Así terminó un primer tiempo con gusto a poco en Miami.
Apenas amanecía la segunda mitad y Colombia golpeó con fuerza. Un centro desde la derecha que pivoteó Córdoba, cayó en los pies de Santiago Arias que, de primera, desvió por el costado del vertical derecho de Argentina.
A los 55 minutos, Sánchez falló algo que es gol siempre: el segundo cabezazo en el área siempre es gol, pero esta noche en Miami el cafetalero rompió la regla y se perdió la apertura de la cuenta solo en el segundo palo.
Antes de la hora de juego se instaló la polémica. Alexis MacAllister cabeceó en el área, la pelota pegó en la mano de un defensor y toda Argentina reclamó la mano. Sin embargo, luego de que Vargas tapara con lo justo un remate cruzado de Di María, el VAR desestimó la infracción.
Finalmente, tras una corrida detrás de Luis Díaz, la Pulga no pudo más y cayó al gramado del Hard Rock. En su reemplazo ingresó el extremo de la Fiorentina, Nicolás González. La transmisión oficial mostraba a un Messi entre lágrimas mientras lo revisaban en la banca albiceleste. La próxima vez que la Pulga salió en pantalla, enfocaron su tobillo vendado y con hielo.
Cuando quedaban 15 minutos de juego, González logró batir la resistencia colombiana, pero hubo un offside al comienzo de la jugada y el asistente anuló la conquista por una clara posición de adelanto.
Argentina lo define en la prórroga
La Albiceleste vivía los mejores pasajes del partido, el propio Nico González ganó un cabezazo en el segundo palo que se paseó frente al arco colombiano, pero no llegó ningún compañero para empujar el balón. Aún quedaban tres minutos en el marcador.
Con el cero en el marcador, Argentina y Colombia se fueron al descanso.
Apenas cuatro minutos de la prórroga y González tuvo una nueva oportunidad, Rodrigo De Paul lo dejó completamente solo en el segundo palo, el delantero pateó al arco, pero Vargas estuvo notable para evitar la apertura de la cuenta.
Quedaban menos de 10 minutos para el final del tiempo extra cuando, tras un error en la salida colombiana, Lautaro Martínez recibió un pase profundo de Giovanni Lo Celso y quedó mano a mano con el portero. Como un verdadero dejavú de lo ocurrido hace tres años en el Maracaná, el ariete del Inter picó la pelota ante la salida de Vargas, marcó la apertura de la cuenta en 111 minutos de fútbol.
Con la llegada del pitazo final, la celebración albiceleste se dejó sentir en Miami. Los dirigidos por Lionel Scaloni ganaron su cuarto título consecutivo, la 16° Copa América para Argentina en su historia. Quizás, por el desarrollo del torneo, la más polémica en muchos años.
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