A raíz del caso de la modelo y animadora Faloon Larraguibel, y otros que se han conocido en la prensa nacional e internacional, surgen preguntas sobre por qué las mujeres no denuncian la violencia intrafamiliar (VIF) antes o cómo su entorno no se dio cuenta.
De acuerdo con datos publicados en 2023 por el Instituto Milenio MIPP, durante el 2022 una de cada cuatro mujeres fue víctima de VIF en nuestro país.
Sin embargo, más allá de las cifras, hemos conocido a partir de innumerables casos que uno de los comportamientos que más se repite es la falta de denuncia por parte de quienes han sido agredidas, ya sea física o psicológicamente.
¿Por qué no denuncian la violencia intrafamiliar?
La coordinadora académica de Trabajo Social de IACC, Carmen Vera, sostiene que se debe tener en cuenta que la VIF es un delito.
“Ese es el punto de partida, las mujeres pueden ser protegidas a partir de la ley, pero generalmente no denuncian porque esperan de alguna manera que la persona, el familiar, el cuidador pueda generar algún cambio y si este cambio no sucede, aumenta la violencia”, señala la profesional.
Y agregó que “es importante tener en cuenta, además, que la VIF tiene que ver con la pareja, el pololo, con niños, personas con discapacidad y personas mayores”.
La docente también indicó que “hay otro tema que tiene que ver con ciertas condiciones económicas que hace que las personas no denuncien y que al no denunciar se genere una escalada de violencia que va afectando no solo a la familia, sino también a los hijos”.
Carmen Vera cree, además, que esto no permite generar un sistema de protección oportuno y hace que muchas mujeres denuncien solo en un momento de crisis o cuando tienen “la percepción real de que va a ser golpeada”.
“Esa percepción real de daño que tiene que ver con la denuncia a Fiscalía, a Carabineros o a un familiar”, dijo.
¿Cómo podemos apoyar a familiares o amigos?
Las redes de apoyo son claves tanto para mujeres, personas mayores, niños y niñas agredidas o quienes tienen algún tipo de discapacidad.
En esa línea la experta manifestó que “la mujer va perdiendo redes, se va quedando más tiempo en la casa por los golpes o por las exigencias de la persona que es el agresor, desde ese punto de vista es súper importante que la familia esté alerta de lo que sucede“.
También comentó que “si soy víctima tengo que tener el teléfono de Carabineros o de la PDI a la vista, es importante además haber consultado en algún Centro de la Mujer cercano y haber hecho algunas consultas que me permitan acudir en la eventualidad que la situación se agrave”.
“Si soy testigo, las personas pueden solicitar orientación, comentarlo en Carabineros donde será confidencial. También pueden comunicarlo, si son vecinos, con el resto de la familia para que puedan ingresar al hogar y ver lo que sucede”, expresó Vera.
Bajo ese contexto, remarcó que “lo importante es hacer la denuncia, porque si no hay denuncia no hay formas que se inicie el trámite. En ese caso, es fundamental que la mujer insista en el trámite, acudir a todas las instancias para comprobar su situación de víctima de forma presencial”.
Los lugares donde se puede dejar constancia, además de Carabineros o la PDI, es en los Centros de la Mujer o en algún centro asistencial de emergencia, “donde se toman fotografías por daños causados y eso contribuye a la denuncia”.
“Esto va en escalada”
Vera finaliza indicando que “no es posible tolerar una situación de violencia económica, física o psicológica. Porque lo que se ha visto es que esto va en escalada, si hoy es una mañana es otra y pasado, la tercera”.
“Acompañar a las mujeres es muy importante en este tipo de procesos, algo que también se debería enseñar a nivel educacional para evitar un incremento en la violencia, por ejemplo, en el pololeo”, complementó.
En el Instituto Profesional IACC se incorporó el concepto de educación emocional como parte del curriculum en la Escuela de Desarrollo Social.
Esto tiene como objetivo cuidar la salud mental y bienestar de todos los estamentos involucrados en el proceso educativo, para desenvolverse en un ambiente de respeto, solidario, empático y sano.