En el marco de las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Mujer, el Comité de Género y No Discriminación de la Corte de Apelaciones de Valdivia y la Asociación Regional de Magistradas y Magistrados Valdivia-Osorno, realizó el conversatorio denominado «Mujeres Cuidadoras. La carga silenciosa», con el propósito de visibilizar y promover la reflexión en torno a la carga global de trabajo que soportan las mujeres, además de aportar al debate, motivar cambios de conductas y avances legislativos en apoyo a las cuidadoras.
El conversatorio, desarrollado en el salón plenario de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Austral de Chile, contó con la exposición de la abogada, doctora en Derecho y académica de esta casa de estudios, Susan Turner, quien abordó el tema “Las tareas de cuidado y los desafíos que estas labores plantean al Derecho”; Además, la sicóloga clínica y forense, máster en salud mental infanto juvenil, Lorena Gacitúa, desarrollo la ponencia “Compartiendo una mirada autocompasiva de las mujeres en el rol de cuidadoras».
La actividad contó con la asistencia de jueces y juezas de la jurisdicción, fiscalas del Ministerio Público de Valdivia y Osorno, abogadas y sicólogas de reparticiones públicas vinculadas a la administración de la justicia.
La carga de cuidar
De acuerdo a la Fundación Sol, la carga global de trabajo es un concepto que sirve para ilustrar la magnitud del tiempo utilizado en actividades relacionadas con el trabajo remunerado y no remunerado. Se incluye el tiempo destinado al empleo y a las tareas domésticas en todas sus dimensiones. Al observar este indicador, a nivel nacional y global, se establece que las mujeres trabajan mucho más que los varones y desde edades más tempranas.
En este escenario, la Encuesta Nacional de Uso de Tiempo (ENUT) de 2015, revela que una mujer ocupada destina 41 horas semanales a labores domésticas y de cuidados, versus las 20 horas que dedican los varones ocupados a las mismas actividades. En un año, una mujer trabaja más de 2.000 horas sólo en labores domésticas y de cuidados, esto implica que, si comienza estas tareas a los 15 años, a los 45 ya superó las horas de trabajo no remunerado totales de un varón de 65 años.
María Soledad Piñeiro Fuenzalida, ministra encargada del Comité de Género y no discriminación de la Corte de Apelaciones de Valdivia, señaló que “este año quisimos abordar el tema de los cuidados, ya que nos interesa visibilizar la carga que implica cuidar a otros…, pueden ser hijos, padres, algún familiar adulto mayor o personas con necesidades especiales”.
En este contexto y de acuerdo a las estadísticas, la ministra fue enfática al indicar que “esta es una carga que no debemos asumir sólo las mujeres, es una carga que debemos asumir como sociedad. El ser cuidadora, no sólo tiene costos económicos, sino que tiene importantes costos en la salud mental de las personas que cuidan y debemos hacer frente a ello con cambios culturales, para ello, necesitamos apoyo de la normativa y de la estructura estatal para efectos que estos cambios se puedan concretar y existan reales apoyos, insistimos nuevamente, no sólo en términos económicos, sino que apoyos estructurales para que las mujeres podamos desarrollarnos como profesionales, como personas y que la labor del cuidado pueda ser compartida entre hombres y mujeres equitativamente”.
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