La ciudad creció, se extendió y además se saturó el área de influencia. Si se va insistir en lo mismo de hace 15 años, lo primero es conversar con la comunidad”, dijo el representante de Osorno.
Evaluaciones externas transparentadas respecto a la idoneidad terreno y a los impactos sanitarios actuales y futuros en el área de influencia, junto a la imprescindible participación “temprana” de la comunidad de Osorno, es lo que solicita el consejero regional, Francisco Reyes Castro, previo a la definición de municipios y Gobierno respecto al lugar en que se emplazará el proyecto para la disposición final de los residuos sólidos domiciliarios de la provincia.
Lo anterior, en la antesala a un acuerdo marco de cooperación interinstitucional que se realizará la próxima semana en Osorno con la presencia de autoridades locales, del Gobierno Regional y la Sudere y sobre el cual también se realizará un encuentro informativo previo con la Comisión Osorno del Consejo Regional.
El consejero Reyes manifestó su discrepancia en que el borrador del acuerdo insista en el sector de Curaco, en Osorno como única alternativa para la disposición final de los residuos de toda la provincia, y que el cambio del nombre de “relleno sanitario” a “Centro de Tratamiento Integral” de basuras no cuente aún con la búsqueda de alternativas sobre el lugar de disposición. Menos aún, que no se exhiban factibilidades técnicas refrendadas al 2022 al insistir en el mismo lugar; o que no se haya realizado un proceso de socialización abierto con la comunidad osornina de lo que se pretende firmar.
“Curaco está casi pegado a la ciudad, a escasos kilómetros de Rahue Alto Norte; ya hay una saturación en el área de influencia por el funcionamiento del vertedero y el otro relleno que recibe cargas industriales y que quiere ampliarse aún más; entonces, mi pregunta básica es si ¿antes de definir que se seguirá intentando allí mismo en Rahue Alto norte, en la misma ruta al costa, hubo un esfuerzo por buscar una alternativa distinta, otro lugar?. Porque la respuesta siempre es la misma; “estamos contra el tiempo, debe ser en Curaco porque cuenta con resolución de calificación ambiental, y así han pasado los años, en medio de juicios e incertidumbre pública. La ciudad creció, se extendió y se saturó el área de influencia y si se va insistir en lo mismo de hace 15 años, lo primero es conversar con la comunidad”, reiteró Reyes.
El consejero regional, quien también preside la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional, envió en octubre un documento con estas discrepancias a la Asociación de Municipios de la Provincia de Osorno y a la Unidad de Residuos Sólidos del Gobierno Regional, tras participar en una reunión en que insistió en la Participación Ciudadana y el riesgo que reviste para Curaco un nuevo proyecto de este tipo.
“Sí- reconoció Reyes- hay un avance en la mirada colaborativa y de coordinación pública; que los municipios estén comprometiendo manejos sustentables de las basuras que generan sus comunas, que exista la incorporación de la economía circular, pero pasar del dicho al hecho requerirá de esfuerzos presupuestarios y por sobre todo de Educación Ambiental, que hasta el momento es incipiente en las comunas. Por ello sugerimos acciones diferenciadas en cada municipio y el ordenamiento y proyección de la inversión pública realizada hasta ahora; aquí el desafío no sólo es de platas, sino de gestión”, dijo el consejero regional.
En ese sentido, concluyó que “un acuerdo marco como el que se firmará, no puede ser un acuerdo final, definitorio, menos en lo más controversial como lo es la definición del sitio de disposición final. Creo sería una buena señal que antes de consignar una firma en papel, el subsecretario de Desarrollo Regional vaya a Curaco, conozca su cercanía física con Rahue Alto, con los vecinos que sufren a diario con una zona saturada. Quizás ello cambie el curso de lo que se pretende y partamos bien, haciendo las cosas bien.
Catalina González-Tringa