Economistas de la Universidad Estatal de O’Higgins explican los alcances de este instrumento que ha marcado el alza de las tasas de interés registradas sobre todo en el último año.
La semana pasada el Banco Central definió un alza de 50 puntos en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que se suma a los diferentes incrementos que se han establecido en el último año para frenar la inflación.
Qué es este instrumento y qué implicancias tiene cada vez que se concreta un alza, economistas de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH) explican y analizan este tema.
De acuerdo con Andrea Canales, académica del Instituto de Ciencias Sociales de dicha casa de estudios, la Tasa de Política Monetaria “es un marco referencial para la tasa de interés, un aumento en ella implica un aumento en las tasas de interés del mercado. Esto quiere decir, que los créditos se encarecen, pero también se estimula el ahorro, ya que nos pueden ofrecer mejores tasas de interés en los depósitos a plazo”.
La ingeniera en Matemáticas, Magíster en Economía Aplicada y Doctora en Sistema de Ingeniería detalló que “el objetivo de la medida es desincentivar el consumo”, esto porque las compras de los consumidores es uno de los factores que “está impactando en las altas tasas de inflación”.
Por su parte, el economista Pablo Peña, docente de la Escuela de Ciencias Sociales de la UOH, explicó que”es el principal instrumento que utiliza el Banco Central para prestar dinero a los bancos comerciales y, por lo tanto, es una señal para los créditos en todo el sistema financiero. A través de este, el Banco Central busca hacer más caro el endeudamiento, hacer más caros los préstamos y, por lo tanto, transmitir la señal de una restricción de la oferta de dinero tanto a empresas como familias”.
Peña subrayó que “la medida busca restringir el consumo y el gasto, lo que está en línea con las señales que había entregado ante el Banco Central de controlar la inflación que es su principal objetivo”.
¿Quiénes podrían verse perjudicados por esta alza en la TPM? Sin duda, “quienes estén pensando en endeudarse, debido al aumento de tasas de interés”, acotó Canales.
En tanto, Javier Ledezma, PhD en Sistemas de Ingeniería, economista e investigador postdoctoral del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH), comenta que “se estima que, en este último trimestre del 2022, la inflación va a alcanzar el punto más álgido”.
Ledezma añadió que, con las medidas del Banco Central, “el costo del endeudamiento sube”. Con ello no solo se ven perjudicados quienes quieren pedir un crédito de consumo, por ejemplo, sino también los inversores. Se desincentiva la inversión, pero según el investigador “es lo que se requiere cuando la economía ha estado tan recalentada y los desequilibrios macroeconómicos han sido tan grandes como en los últimos dos años, en ese contexto se requiere un ajuste potente para poder dejar que esta economía que venía sobrecalentada se empiece a enfriar”.
Según Peña, en este sentido “lo relevante es ver cuáles serán las señales del presupuesto fiscal, y las que da en general el gobierno en materia de gobernabilidad para efecto de fomentar la inversión, que en el fondo es la variable clave que permite el crecimiento económico en el mediano y largo plazo, y que permite el aumento de los salarios reales y las condiciones de vida de la población”.
Los economistas coinciden en que 2023 va a ser un año complejo en materia económica, no solo en Chile. “Pasa en todo el mundo y la buena noticia o el lado más auspicioso es que a partir del 2024 se empezaría a estabilizar”, agregó Ledezma y explicó que en ese plazo “los precios estarían estabilizados y se podría echar mano también una serie de estímulos a la inversión, sobre todo en ciertos rubros que tienen que ver con la economía verde”.
DANIELA MUÑOZ