Desde que en 2013 se autorizó el uso de pesticidas organofosforados (OP) en la industria salmonera, hasta 5 toneladas al año se han vertido en los mares del país. Si bien las ínfimas concentraciones no son un riesgo para la salud humana, si lo podrían ser para los vecinos filtradores del ecosistema, como la ostra chilena.
El mar interior de Chiloé alberga numerosas instalaciones de cultivo de salmones, así como actividad industrial de distinto tipo vinculada al mar, transporte de personas y actividades tradicionales de pesca, cultivo de mitílidos y áreas de manejo para loco (Conchalepa conchalepa) y ostra chilena (Ostrea chilensis).
La ostra chilena es un bivalvo nativo que tuvo una próspera industria que terminó, entre otras cosas debido al terremoto de 1960. Los bancos naturales de la especie aún no se recuperan de la sobreexplotación. Para satisfacer las necesidades de la industria turística y la exportación, el cultivo se mantiene a pequeña y mediana escala.
Desde la década de los 90, el ecosistema vivió el crecimiento explosivo de la salmonicultura, sus distintas crisis sanitarias y productivas con efectos sociales y sobre el medio ambiente.
A pesar de a la fecha haber mejorado sustantivamente sus prácticas productivas, aún hay mucho conocimiento que generar para poder evaluar los efectos y posibles mejoras en los numerosos procesos que comprende la crianza de salmones en mares interiores.
Con esta inquietud en mente, el investigador del centro i~mar de la ULagos Doctor en Ciencias, Mención Sistemática y Ecología, Jaime Montory, inició una investigación (Fondecyt iniciación 11190720) tendiente a evaluar el efecto sobre la fisiología y reproducción de la ostra chilena del pesticida antiparasitario Azametifos, comúnmente utilizado en la industria salmonera.
El piojo de mar (Caligus rogercresseyi)
El piojo de mar o caligus es un copépodo parásito que vive naturalmente en especies nativas como el Róbalo. Las modalidades de crianza de la industria salmonera propician la proliferación de este parásito al interior de sus jaulas de cultivo.
En su etapa de vida pelágica, el copepodito se adhiere a los peces para continuar su desarrollo hasta la adultez, generando lesiones que pueden llegar a ser letales, para ello se aplica, directamente en las jaulas de cultivo y por lo tanto a la columna de agua del mar, el plaguicida azametifos, sujeto de esta investigación.
Ostra Chilena y pesticidas
La ostra chilena es un bivalvo muy sensible a los cambios en el medio, especialmente a los contaminantes químicos, por ello se le utiliza como indicador.
Además de su valor ecosistémico como filtrador nativo del mar de Chiloé, la ostra chilena es emblemática en la industria turística del archipiélago desde hace más de un siglo (la primera veda registrada de ostras chilenas en Chiloé fue en 1903).
En laboratorio, el Dr. Montory recreó las condiciones de exposición a pesticidas organofosforados en ostras para medir el impacto a nivel celular (estrés oxidativo) y fisiológico (respiración, alimentación) que estos causan en el bivalvo nativo.
Con los datos arrojados y mientras aún está en proceso de escritura de las publicaciones científicas, el Dr. Montory explica las observaciones principales que ha hecho.
“Preliminarmente se ha identificado un impacto en las tasas de respiración y de alimentación de la ostra chilena debido a la exposición a concentraciones de 15 y 100 µg L-1 de azametifos durante 7 días seguidos. Este impacto se ha reflejado en la disminución de la respiración y alimentación de los individuos. Aún están en análisis los tiempos de recuperación posterior a la exposición al pesticida. Dependiendo de la capacidad de recuperación de las ostras, esto podría impactar negativamente el crecimiento de los individuos, lo que conlleva una mayor vulnerabilidad a la depredación y un impactando el número de individuos en las poblaciones naturales.”
La solución para el control del caligus es una preocupación de los sectores productivo y también científico que están en búsqueda activa de soluciones sustentables, sin embargo, mientras se alcanza ese objetivo, la propuesta del Dr. Montory levanta un cuestionamiento sobre el método de aplicación de los pesticidas.
“En Chile por ciclo productivo de salmón se ha llegado hasta los 10 tratamientos antiparasitarios para combatir el piojo de mar, lo que podría afectar a numerosas especies no objetivo que habitan estas áreas. Por lo tanto, explorar diferentes estrategias de medicación contra los piojos de mar es muy relevante, así como también, que se realicen esfuerzos para crear estrategias no farmacológicas para combatir el piojo de mar de manera responsable, tales como, bivalvos utilizados como barreras filtradoras para eliminar estadios pelágicos de piojos de mar, cultivo con peces de limpieza, barcos que realizan baños de agua dulce. La eficiencia y factibilidad de usar diferentes tratamientos no farmacológicos ya se están probando en otros países.”
LORETO BUSTOS NOVOA
Periodista
Comunicaciones Estratégicas