Plan de capacitación es parte de un programa de apoyo dirigido a pescadores y pescadoras artesanales de la comuna de San Juan de la Costa, el que es financiado por el Gobierno Regional de Los Lagos y ejecutado por Fundación Chinquihue.
De los sectores de Maicolpué, Bahía Mansa y Pucatrihue son los doce pescadores y pescadoras artesanales que se están capacitando en el marco del proyecto “Transferencia de recursos para la habilitación, equipamiento e implementación de espacios productivos vinculados a la extracción de recursos mediante la pesca artesanal en la comuna de San Juan de la Costa”, el que es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) del Gobierno Regional de Los Lagos.
Este programa de apoyo a la pesca artesanal es ejecutado por Fundación Chinquihue y finalizará con la entrega de doce módulos para procesar productos del mar con valor agregado a igual número de beneficiarios.
El programa contempla una serie de capacitaciones, cuyos contenidos permitirá a cada uno de los beneficiarios adquirir los conocimientos necesarios para operar de forma adecuada cada uno de estos módulos. Los temas abordados van desde la adecuada manipulación de alimentos, pasando por estrategias de marketing digital, hasta contenidos relativos a contabilidad básica.
Uno de los beneficiarios es Miguel Fernández Espinoza; habitante de Pucatrihue, ha dedicado toda su vida a la pesca artesanal. Sobre las capacitaciones a las que ha asistido estos últimos días, indicó que éstas han sido “muy buenas”. “He aprendido harto”, complementó.
Dedicado a la producción de sierra ahumada, indicó que “artesanalmente haciéndola es una cosa y, ahora con el curso, sé que se puede hacer de otra forma”. Sobre sus proyecciones una vez finalizado este programa, Fernández indicó que espera “cambiar la forma de trabajar. Quiero presentar un buen producto y que se pueda comercializar en otras ciudades más grandes, como Puerto Montt, Valdivia o Santiago, y que sepan que el pescado es de acá, ahumado acá en la caleta Pucatrihue”.
“Yo soy hija de pescador y soy recolectora de orilla”, asegura María Cristina Cortez Gatica. Vive en el sector de Bahía Mansa y es beneficiaria de este programa. Se dedica actualmente a la recolección de algas, principalmente cochayuyo y ulte, las que comercializa principalmente en la comuna de Osorno.
Su proyección hacia el futuro, una vez que cuente con su módulo de proceso, “es que Bahía Mansa y el producto que nosotros vamos a hacer, esté a nivel nacional, que esté en un súper buen restaurant, que esté en las casas de la gente, que sea accesible y que lleve nuestra marca. Esperamos que la gente tenga un producto que sea recolectado por nosotros mismos, procesado por nosotros mismos y comercializado por nosotros mismos”.