Los ejércitos de Rusia y Ucrania han mantenido con dificultades la tregua pascual de 30 horas declarada el pasado sábado por el Kremlin y secundada por Kiev. Sin embargo, a pocas horas de su expiración, prevista para la medianoche de este domingo (hora de Moscú), persiste la incertidumbre respecto a una posible extensión del alto el fuego.
Hasta el momento, no se ha confirmado si el presidente ruso, Vladímir Putin, aceptará la propuesta de su par ucraniano, Volodímir Zelenski, de prolongar la tregua por 30 días, lo que permitiría un respiro más sostenido en el conflicto que se extiende desde febrero de 2022.
Durante el breve cese al fuego, se registraron algunos intercambios esporádicos de fuego en zonas fronterizas y puntos de tensión, lo que refleja la fragilidad del acuerdo temporal alcanzado por ambas partes con motivo de la celebración de la Pascua Ortodoxa.
A esta situación se suma el vencimiento de la tregua energética de 30 días, que también concluyó esta semana sin señales de renovación, lo que reaviva los temores sobre posibles nuevos ataques a infraestructura crítica, especialmente en medio de una primavera aún marcada por temperaturas inestables.
Mientras las miradas se dirigen al Kremlin y a las próximas horas decisivas, analistas advierten que cualquier avance hacia un alto al fuego más prolongado podría depender no solo de la voluntad política de ambos líderes, sino también de la presión internacional y la situación militar en el terreno.
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AGENCIA UNO
