El ex canciller y ex embajador chileno en España analiza para Ex-Ante las implicancias de la denuncia por abusos sexuales contra el cofundador e ideólogo de Podemos y referente del Frente Amplio, Íñigo Errejón, y hace una comparación con el caso Monsalve. “En ambos casos el ser humano real se desacopló en el camino del relato ideal”, señala.
-¿Qué impacto crees que tendrá el caso Iñigo Errejón en la nueva izquierda española que ya venía tambaleando?
-Va acelerar su desgaste electoral. Es una crisis aún en desarrollo que destroza la credibilidad del discurso feminista de la izquierda alternativa al PSOE. Veo cuatro aspectos a considerar:
Uno: el caso afecta también a mujeres dirigentes de SUMAR y MAS MADRID por la tardía reacción ante las denuncias, lentitud por la que pidió perdón Yolanda Díaz, líder de SUMAR y vicepresidenta segunda de Gobierno.
Dos: el asunto desató escaramuzas entre feministas “genuinas” y meramente retóricas “bajo dominio hetero-patriarcal”, en lo que también entró Podemos, tronco del cual se desgajaron Más Madrid y SUMAR. Como sabemos, las tensiones entre ex camaradas suelen agravarse.
Tres: el caso debilita el ámbito valórico-ideológico del sector justo cuando busca una redefinición para reconectar con ex adherentes y con nuevos referentes internacionales (regímenes de Venezuela y Cuba ya no seducen a la izquierda española).
Cuatro: la izquierda alternativa es aliada en el gobierno del presidente Pedro Sánchez, quien ha sabido adueñarse de las causas feminista y ecologistas pero bajo su propio sello.
-Errejón era considerado el líder intelectual de la nueva izquierda. ¿Cuáles fueron sus aportes en términos de ideas y cuál fue su influencia en Chile?
Errejón es un ideólogo que se perfila durante la gran crisis económica y política de España en 2010. Es de matriz marxista, pero no comunista, seguidor de Gramsci, Foucault, Félix Guattari, Laclau. En 2014 fundó PODEMOS con Pablo Iglesias. Ambos se sentían herederos del 15-M, el Movimiento de los indignados (Manifiesto de Stephane Hessel), la Primavera Árabe, las masivas protestas en Grecia y Europa, el movimiento Occupy de Estados Unidos, etc.
Lecturas de Marcuse y Guattari lo convencieron de que el portador social del cambio revolucionario no es la clase obrera sino grupos con intereses particulares en el capitalismo desarrollado: grupos críticos al bipartidismo PP-PSOE y la corrupción, partidarios de la democracia directa y con intereses identitarios, que los partidos tradicionales ignoraban. Entre sus demandas se destacaron el ambientalismo, el feminismo y la diversidad sexual, el saneamiento moral de la política y la construcción de sociedades igualitarias y de mayor consulta ciudadana.
En Chile el Frente Amplio abrazó con éxito esa agenda de cambios que forjó además su identidad. Así, en menos de ocho años el Frente Amplio pasó de aventajado alumno de Podemos a ser su maestro cuando conquista La Moneda.
Hoy Podemos es sinónimo de naufragio, y SUMAR de balsa salvavidas. Recomiendo ver el diálogo de Errejón con Chantal Mouffe poco antes de llegar al poder, cuando afirmó que el gran reto de Podemos era demostrar capacidad para gestionar el poder. Su incapacidad fue la causa de su declive.
-Este caso también presenta un paralelo entre la política chilena y española. Aquí el gobierno salió a negar que hubiese dilatado tomar medidas en el episodio de Monsalve; allá la ministra de Igualdad salió a decir que “nadie tapó absolutamente nada” del Caso Errejón. ¿Qué te parece ese paralelo?
Mientras más avanzan en España y Chile las investigaciones, más aumentan las similitudes. En ambos casos el ser humano real se desacopló en el camino del relato ideal. Hoy las izquierdas podemista y frenteamplista nos recuerdan a Robespierre, que cayó víctima de la misma guillotina que empleó contra sus adversarios. Ambos partidos probaron que, al igual que Saturno, la revolución termina devorando a sus propios hijos.
-¿Qué representaba en la izquierda española Errejón, que hace años trabajó con Chávez en Venezuela y posteriormente con Evo Morales en Bolivia?
-En la izquierda alternativa Errejón representó con Pablo Iglesias un fogonazo de esperanza que terminó defraudando. Hoy Iglesias es dueño de un bar de temática revolucionaria en Madrid, y Errejón entregó o fue despojado de sus cargos políticos.
Hasta hace poco fue activo en foros y congresos ideológicos, y también en el ámbito de relaciones internacionales. Estableció nexos con partidos hermanos de Europa y América Latina, y cultivó vínculos de confianza con los regímenes de Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia (cercano a Evo Morales y su demanda contra Chile en La Haya).
-¿Esos lazos con el chavismo y Morales se mantienen? ¿Son más fuertes que los forjados con Chile, donde Pablo Iglesias y Errejón se convirtieron en amigos y referentes de Boric y Jackson?
Iglesias y Errejón se caracterizaron por jugar pragmáticamente a varias cartas. Su visión antimonarquía constitucional y crítica de la España histórica y moderna los llevaron a unirse con latinoamericanos de pensamiento afín. Resabios de esa filosofía podrían explicar que el Presidente Boric, en su día de su ascenso al cargo, responsabilizara injustamente al Rey de España por la tardanza del protocolo chileno.
Lo cierto es ni el chavismo-madurismo ni Evo Morales ni el régimen cubano siguen siendo ya “buenas direcciones” para la izquierda española. Iglesias y Errejón forjaron lazos políticos e ideológicos en la región, pero también brindaron servicios de asesoría y capacitación a instituciones, entre otras, en el México de AMLO, el Ecuador de Correa y Nicaragua. Veremos si Errejón conserva los vínculos o son netamente institucionales.
-En la nueva izquierda española hay líderes que han inspirado al FA. Se habla mucho que Camila Vallejo se inspira en el estilo de la vicepresidenta Yolanda Díaz. ¿Estás de acuerdo?
Diría que ambas son comunistas y cultivan un estilo parecido e inusual entre cuadros comunistas. Visten con sofisticación y elegancia, participan en actividades sociales de elite, no recurren a la conceptualización obrerista ni citan del marxismo-leninismo. Sus intervenciones son preparadas con rigor, transmiten solidez y autoridad, y prefieren no improvisar.
Yolanda Díaz es sagaz, afable y con sentido del humor. La elegancia formal de la ministra secretaria general de gobierno Camila Vallejo expresa algo adicional, valioso y republicano: respeto hacia el cargo que ejerce, la institución de la Presidencia y por ende de la institucionalidad de la república. A lo mejor ambos anuncian el arribo de nuevos aires en la forma, el estilo y el lenguaje de sus respectivos partidos.
-Podemos de alguna forma fue el ejemplo a seguir del Frente Amplio. Pero el FA terminó superándolos al conquistar primero el gobierno y subordinarlos. ¿El FA corre el riesgo de desmoronarse como Podemos?
Si examinamos qué ha ocurrido con los movimientos que surgieron en el febril contexto de los indignados, las revueltas en Europa y Estados Unidos, la Primavera árabe o en Grecia, habría que concluir que las perspectivas no son halagüeñas. Boric, alumno aventajado de Podemos, tras un par de derrotas en el poder cayó en la cuenta que para sobrevivir políticamente y dejar impronta debe tornarse socialdemócrata, lo que vengo pronostiqué desde el primer año de su gobierno.
-El PSOE, bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, resistió el embate de Podemos e impidió que esa nueva izquierda los sobrepasara. ¿Por qué la izquierda chilena no logró cerrarle el paso al FA?
-La izquierda tradicional chilena no logró lo que Pedro Sánchez porque no está hecha del material de Sánchez. Al no defender con convicción su crucial aporte a “los 30 años” y ceder ante el avasallador empuje del frenteamplismo, la izquierda concertacionista se quedó temporalmente sin razón de ser, apocada ante la demoledora crítica del FA.
En el estallido su silencio fue lamentable y despojó al Socialismo Democrático de backbone, historia, banderas, consistencia y épica. Emergió como alguien que admite haber perdido parte de su vida en frivolidades. No fue capaz de defender su logro más admirado nacional e internacionalmente, su identidad, que paradójicamente sólo defendieron partidos de derecha.
Sánchez, en cambio, no acomplejó ni arredró ante Podemos. Los incorporó al poder y les dio un abrazo que le trajo ventajas y que constriñó al FA. Los ubicó en posiciones no esenciales, donde no importaba tanto si carecían de gestión y podían seguir divulgando sus ideales.
Fue quedando en evidencia que al que está en el poder no lo celebran por movilizar “la calle” ni construir utopías, sino por resultados concretos. El primer libro de Pedro Sánchez, que escribió mientras hacía su travesía por el desierto, se titula Manual de Sobrevivencia, que recomiendo en especial a la Concertación.
-En Chile se habla mucho de que el FA irá evolucionando hacia la socialdemocracia. ¿Estás de acuerdo con eso?
Si el FA aspira a ser una fuerza relevante y regresar al poder, tiene que socialdemocratizarse como Syriza o Los Verdes de Alemania. De seguir en la prédica de 2021 terminará como Podemos.
-¿Qué papel juega el PC en la política española?
-Jugó un papel crucial en la lucha contra Franco, contribuyó a la transición democrática, abrazó el eurocomunismo junto con el partido italiano, y luego su pérdida de influencia le enseñó que la historia no fluye en vano.