Unos 200 procedimientos al año realiza un puro sacerdote.
Bélgica, un país cuya población supera la barrera de las 11 millones de personas, hoy parece estar viviendo un auge de exorcismos, práctica religiosa que busca conjurar y expulsar seres malignos de personas o de algún sitio.
Uno de sus máximos exponentes es Thierry Moser, quien es sacerdote católico desde el año 2009 y que actualmente trabaja en Bruselas.
Este último reveló que realiza cerca de 200 exorcismos anualmente. De hecho, en una entrevista concedida a AFP, indicó que todos sus pacientes “se sienten atacados por el demonio y esperan ser liberados”.
Específicamente, las ocho diócesis católicas de Bélgica han designado a un sacerdote para que lleve a cabo estas prácticas y, aunque no hay cifras a nivel país, la abadía de Averbode se ha convertido en la capital de esta tendencia.
Se estima que, en este monasterio, el cual está ubicado en la región de Flandes, se realizan 1000 exorcismos por año, lo cual da un promedio de tres sesiones por jornada. En esa línea, se asegura que llegan personas de todos los sectores sociales. Incluso los no católicos.
Finalmente, el sacerdote Moser explicó los demonios se manifiestan de diferentes maneras, ya sea mediante problemas personales, fobias, pesadillas y dolores inexplicables.