Para evitar errores, se recomienda consultar la hora oficial del país en el sitio web del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada.

Este sábado 7 de septiembre, Chile experimentará un nuevo ajuste de hora, dejando atrás el horario de invierno para dar paso al de verano.

Este cambio se realiza de manera regular a comienzos de septiembre y continuará aplicándose al menos hasta abril de 2026, conforme a lo establecido por la ley.

Para el cambio de hora, se debe adelantar el reloj en una hora, o sea, 60 minutos. Esto significa que durante la madrugada del sábado 7 al domingo 8, cuando el reloj marque las 00:00 horas, deberá ajustarse a las 01:00 horas.

Con esto, notaremos rápidamente que las tardes serán más largas, ya que oscurecerá una hora después de lo habitual.

Como resultado, «perderemos» una hora esa noche, pero pronto se percibirá el beneficio de que oscurecerá más tarde.

Es común que las personas se confundan durante estos cambios, especialmente con la hora exacta. Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos se actualizan automáticamente, algunos requieren ajuste manual.

No se confunda…

Para evitar errores, se recomienda consultar la hora oficial del país en el sitio web del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.

Este ajuste horario se aplicará en casi todo el territorio nacional, incluidas Isla de Pascua y Juan Fernández, salvo en una región.

En la región de Magallanes y la Antártica Chilena, el horario se mantiene constante durante todo el año con el horario de verano, por lo que, a partir del 7 de septiembre, el horario en Chile continental será el mismo en todas las regiones.

¿Qué problemas genera el cambio de horario de verano?

Desde dificultades para dormir hasta riesgos cardiovasculares, el cambio de hora que se realizará el sábado 7 de septiembre puede traer diversas consecuencias para nuestra salud.

María Francisca Lam, psicóloga y jefa de gestión de Salud Mental de Achs Salud, compartió algunas recomendaciones para sobrellevar mejor esta transición.

La modificación en la exposición a la luz natural afecta los ritmos biológicos, aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares.

Además, puede haber un impacto negativo en la calidad del sueño, debilitando el sistema inmunológico y aumentando la susceptibilidad a enfermedades y alergias.

Esto también puede afectar el rendimiento diario, disminuyendo la concentración y la memoria.

Ante estos desafíos, María Francisca Lam sugiere las siguientes recomendaciones para minimizar los efectos del cambio de horario:

  • Mantén una rutina fija de sueño: levántate y acuéstate a la misma hora todos los días.
  • Intenta exponerte al sol durante una hora diaria.
  • Cuida tu entorno de descanso: Mantén tu dormitorio oscuro, silencioso y ordenado.
  • Haz ejercicio regularmente, preferiblemente entre 3 y 5 horas antes de dormir.
  • Establece horarios regulares para las comidas, procurando cenar al menos dos horas antes de acostarte.
  • Limita la ingesta de líquidos antes de dormir para evitar interrupciones nocturnas.
  • Evita el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir o activa el modo nocturno para reducir la emisión de luz azul.
  • Si no logras conciliar el sueño, levántate y realiza alguna actividad relajante como leer o escuchar música suave, y vuelve a la cama cuando sientas somnolencia.

Estas recomendaciones te ayudarán a adaptarte mejor al cambio de hora y a minimizar sus efectos sobre la salud.

 

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