La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno S.A. condena enfáticamente el cobarde ataque perpetrado a dos compatriotas, en la localidad de Malloa, hace tres días atrás.
Como gremio agrícola solidarizamos sinceramente con las familias de los señores Francisco Mora y Raúl Cid, brutalmente asesinados: dos agricultores al servicio de la producción de alimentos desde el campo, para las familias de la ciudad.
Aún cuando SAGO A.G. se encuentra a más de 800 Km de distancia, deseamos establecer que hechos repudiables como el acontecido la presente semana también son una preocupación compartida con nuestros socios.
No debemos confundirnos: aquel que genera un ensañamiento con las personas de bien, indistintamente de su edad, género, etnia, religión o nacionalidad debe dejar de circular en la sociedad. Algo estamos haciendo mal como país, y como familias campesinas no queremos llegar a confinar a nuestros propios hijos tras pesadas rejas, para evitar ser violentados. ¿Qué ejemplo de civilidad estamos otorgando a aquellos jóvenes que deseamos sacar de las calles, si un delito se diluye con el paso de las horas, y la posibilidad de salir airoso e impune es una realidad plausible?
Desde el sur de Chile, y con el corazón en la mano, hacemos un llamado a las autoridades a no bajar los brazos en su rol: el de generar un marco normativo, administrativo y operativo que permita a los ciudadanos ejercer sus derechos con libertad. No permitamos que la contingencia nos haga normalizar lo que no es correcto.
Es momento de tomar decisiones, ya sea para evitar la ocurrencia de delitos, pero también agotando las alternativas de aplicar las normativas ya existentes con mayor rigurosidad. Y si ello no fuere suficiente, instamos a nuestro Congreso a considerar una nueva Reforma Judicial, de tal manera de subsanar los problemas de gestión pública que debe modernizarse, porque los delitos no son los mismos de hace algunos años.
El foco debe centrarse en aquellos indicadores que permitan disminuir la criminalidad y no la cantidad de casos archivados. No olvidemos que detrás de las estadísticas hay personas con nombre y apellido, como don Francisco y don Raúl.
Hacemos presente que en cada kilo de harina, cada kilo de carne, cada litro de leche, cada manzana, mazorca, tomate o manojo de albahaca para cocinar cada día, hay un agricultor, su trabajo, y la vida y sustento de sus familias. Esperamos que se tomen las medidas pertinentes para poder vivir y trabajar en paz.
SERGIO WILLER DANIEL
Presidente Directorio
Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno A.G.