Comunidades enviaron una carta al Presidente Boric en octubre de este año pidiendo que fuera reconocida la situación de precariedad.
Tras el cierre de la Fundación ProCultura, una de las principales colaboradoras en la mantención de las Iglesias de Chiloé, el resguardo de estas infraestructuras patrimoniales corre peligro por los escasos recursos con los que cuenta.
Las 16 iglesias, consideradas patrimonio de la humanidad desde el año 2000, ya habían enviado una carta al Presidente Gabriel Boric en octubre de este año, donde pidieron que fuera reconocida la situación de precariedad ante el Consejo de Administración de los Sitios Protegidos (UNESCO).
Cabe recordar que el cierre de ProCultura fue anunciado hace menos de dos semanas, debido a las investigaciones por traspasos irregulares de recursos públicos en el marco del Caso Convenios, indagatorias que involucran a la Fundación en casos registrados en las regiones de Antofagasta, Valparaíso, Biobío, Aysén y Magallanes.
Por otro lado, el cierre de la Fundación ProCultura también provocó preocupación por la concesión otorgada con el Circuito Lota Patrimonial, administración que será entregada a Corfo desde este viernes primero de diciembre.
Dentro de los servicios otorgados por ProCultura a las Iglesias de Chiloé destacaban reparaciones, mantención de las fachadas y planes comunitarios de prevención de incendios específicos para cada uno de los 16 sitios patrimoniales.
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