La doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Bupa Santiago, nos entrega recomendaciones para adaptarnos de mejor manera al horario de invierno.
Cuando los relojes marquen las 00:00 de mañana sábado 2 de abril, tendremos que atrasar la hora 60 minutos, marcando con esto el inicio de un nuevo horario de invierno. Con este cambio, amanecerá y atardecerá más temprano, obteniendo más luz en la mañana, situación que influye en nuestro reloj biológico al tratarnos de adaptar a las nuevas horas de sueño y vigilia. Para que este ajuste nos afecte lo menos posible, la doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Bupa Santiago, nos entrega consejos para facilitar la adaptación.
“Los cambios de hora alteran nuestro ritmo circadiano, que se regula por los ciclos de luz y oscuridad, pudiendo generar desajustes en nuestro organismo, que suelen manifestarse con irritabilidad, somnolencia, falta de concentración o dolores de cabeza”, explica la experta.
A medida que se acerca el invierno, este horario ayuda a que cuando nos despertemos no tengamos la sensación de que estamos en plena noche, ya que habrá más luminosidad. “Por ello, la recomendación es que las personas aprovechen y disfruten al máximo de las horas de luz de la mañana y que idealmente mantengan horarios apropiados para irse a dormir y alcanzar a descansar las horas necesarias durante la noche. En este sentido, lo ideal es mantener las actividades cotidianas principales en el horario matinal, la actividad física, solución de problemas y mayor carga laboral”, asegura la especialista.
Para que la transición sea más llevadera y mantener una buena higiene del sueño, la doctora Benavides recomienda lo siguiente:
- Evitar el alcohol en la noche y las comidas muy pesadas.
- Evitar las pantallas por lo menos una hora antes de dormir (en niños, dos horas).
- Realizar 30 minutos de actividad física matinal.
- No compensar con siestas, ya que pueden provocar un desajuste mayor.
- Exponerse media hora a la luz solar durante el día.
- Evitar la automedicación.
“Estos consejos buscan mantener lo más estable posible los ritmos del día y la noche. Hay que poner atención especialmente en bebés, niños y adultos mayores, que según los estudios médicos son las personas a las que más les cuesta adecuarse a los cambios de horarios. Si vemos que los problemas de sueño se prolongan por más de un mes, más de 3 veces a la semana, se debe consultar a un especialista”, añade la doctora.