Convencional argumenta que iniciativas de normas son rechazadas por el simple hecho de provenir de la derecha, sin considerar el contenido de las propuestas. Jürgensen insistirá en poner estas propuestas en el pleno para asegurar una mejor calidad de vida.
Compleja situación se vive cada día en la Convención Constitucional, a raíz del sesgo político que se agudiza en el órgano que escribirá la nueva carta magna para todos los chilenos. Prácticamente todas las propuestas de normas que han presentado los convencionales de Vamos por Chile han sido rechazadas sin considerar el contenido de articulado constitucional.
Este miércoles último –por ejemplo- en la comisión de Descentralización se discutieron dos propuestas de normas del convencional Harry Jürgensen para consagrar la Ruralidad y la Seguridad Alimentaria como esencial en la nueva propuesta de Constitución.
La propuesta de articulado para la ruralidad proponía que “El Estado de Chile deberá promover y velar por el desarrollo rural dinámico, con énfasis en la sostenibilidad alimentaria y el desenvolvimiento integral de las actividades económicas, sociales y culturales de la ruralidad, proporcionando los medios para el crecimiento de la innovación, la integración y la equidad, con especial consideración a las características distintivas de los diferentes territorios del país
Y la propuesta de articulado de la Seguridad Alimentaria constituía como obligación esencial del Estado promover la producción sustentable, importación, procesamiento, transporte y venta de alimentos destinados al consumo humano, con la finalidad de proveer adecuadamente a sus habitantes de alimentos inocuos y nutritivos, para satisfacer las necesidades y preferencias alimenticias de los mismos.
“Lamentablemente este contenido no se consideró, simplemente se votó en contra, solamente porque era una presentación realizada por este convencional. No se consideró el argumento que obedecen a la realidad chilena, a realidad Latinoamericana, a las definiciones de las Naciones Unidas, a la FAO y los países de OCDE que también consideran importante la consagración de la ruralidad para que exista una mirada especial en el desarrollo, ya que las brechas que ocurren entre la calidad de vida rural y urbana siguen aumentando y se hace necesario generar políticas públicas para evitarlo en el futuro”, sostuvo el convencional Harry Jürgensen.
Para el convencional, es necesario mejorar las condiciones que necesita la ruralidad para que no siga avanzado la migración campo-ciudad. Según estudios, sólo el 38% de la población rural tiene acceso a un centro de salud, versus 91% en la población urbana; sólo el 16% de la población rural en Chile tiene acceso a la conectividad digital y solo el 54% tiene acceso a agua potable, mientras que en las ciudades ese acceso crece a un 98%.
Con respecto a la seguridad alimentaria tampoco se consideró la relevancia del concepto y que la población irá en aumento y se tendrá que producir más alimentos en menor superficie.
“En el mundo crece la población, el año 2030 habrán más de 8 mil 500 millones de habitantes, habrá que producir más con menos superficie agrícola y con el mismo maritorio. Hay que generar condiciones de productividad y de crecimiento, de tal forma que todos los países de mundo, incluido Chile, aumente su productividad de alimentos para atender esa demanda creciente”, comentó el convencional tras la sesión.
El concepto que se pretende implementar en la convención es “soberanía alimentaria” que sólo se reduce a tener alimentos y producir para satisfacer la demanda interna. “No se dan cuenta que para satisfacer las necesidades del país es necesario importar alimentos. Seguridad Alimentaria es exportar para importar lo que nos falta. Hay que importar tecnología, insumos y ciencia bajo el concepto de producir más alimentos en menos territorio, y por lo tanto, se hace necesaria la aplicación de tecnologías, sin embrago, los discursos contrarios a la seguridad alimentaria están referidas a que debe producirse menos”, argumentó Jürgensen.
Todo esto fue rechazo por más del 60% de la comisión, impidiendo que esta propuesta pase directamente a discusión por el Pleno, sin embargo, el convencional insistirá con indicaciones para asegurar una mejor calidad de vida para las futuras generaciones. “No queremos dejar la ruralidad y la seguridad alimentaria fuera de la constitución porque son dos elementos fundamentales en el siglo XXI”, concluyó el convencional del distrito 25.
Convencional Harry Jürgensen