Manasés Alejandro Huenuqueo Águila
Académico carrera Derecho
UST Puerto Montt
Tras un largo y extenuante proceso de votación que duró más de 20 horas y que se llevó a cabo durante dos jornadas, se pudo definir a la nueva mesa de la Convención Constitucional, otorgando la presidencia a María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales Constituyentes) y la vicepresidencia a Gaspar Domínguez (Independientes No Neutrales), en un sistema de votación inédito, que nos deja una serie de aprendizaje, a fin de evitar situaciones similares durante la discusión de fondo del texto constitucional, que se someterá a escrutinio.
Es evidente que nuestro país no está acostumbrado a esta forma de deliberación masiva, abierta al aire libre, sino al contrario, con grupos de convencionales que se reúnen entre sí, que
conversan que cruzan la vereda para hablar con el de al frente para deliberar. Sin embargo, esta forma de deliberación demuestra un alto estándar de transparencia democrática, propia de estos tiempos, en que la ciudadanía exige y demanda una participación directa, efectiva y en tiempo real.
Ahora, toca a la convención constitucional abocarse de lleno a la redacción del texto constitucional, ya que el tiempo apremia, para lo cual ya se han conformado las comisiones temáticas que llevan cientos de audiencias públicas están preparándose borradores están trabajando las distintas propuestas cada una de las bancadas y colectivos. Todo lo anterior, necesariamente obliga a la construcción de mayorías amplias y transversales
para lograr el mejor diseño de las normas constitucionales y su aprobación, que recordemos, es de un quorum de 2/3, debiendo, en la medida de lo posible, evitar errores que tensionen la convención y terminen restándole legitimidad al proceso y su institucionalidad.