Luego del 1-1 contra Argentina en la séptima fecha, la Roja tenía la gran tarea de ratificar lo hecho en Santiago del Estero. El rival, esta vez, fue Bolivia que visitó San Carlos de Apoquindo apelando a una táctica más que antigua: replegarse y esperar la mejor opción para contragolpear y dañar la portería de Claudio Bravo. Si bien esto no resultó, los altiplánicos igualmente hicieron el negocio y se llevaron un 1-1.
El primer tiempo fue un monólogo rojo. Los 14 tiros a puerta y el 78% de posesión fueron fiel muestra de aquello, pero el gol no llegó. Entre los palos, la doble línea de cuatro planteada por César Farías, los atentos defensores y el arquero Carlos Lampe ahogaron las posibilidades de Eduardo Vargas, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez.
La Selección bajó su ritmo en el complemento, pero no sus ganas de abrir la cuenta. Y lo consiguió a los 69 minutos mediante Erick Pulgar. Luego de un centro de Charles Aránguiz, el antofagastino metió un furibundo cabezazo y anticipó al guardavallas visitante.
Sin embargo, como si se tratara de un “déjà vu” de lo ocurrido en Montevideo en la primera fecha, el VAR y el árbitro Éber Aquino amargaron a la Roja. Tras una mano de Guillermo Maripán que toda la banca verde reclamó, el juez cobró penal y Marcelo Moreno Martins (80′) no falló para darle cierre a una noche que terminó en lamentos y preocupación para Chile.
La “revancha” está a la vuelta de la esquina y nuevamente se verán las caras en la Copa América… Siempre y cuando las autoridades de la Conmebol no digan lo contrario.
Fuente :Agricultura.cl