A largo plazo, una hidratación adecuada puede ser beneficiosa para la función cardiaca, renal y muscular.
Una buena hidratación, además, evitará síntomas como dolores de cabeza y sequedad de la piel.
Poco a poco las altas temperaturas se han comenzado a sentir a lo largo y ancho del país. Aquel aumento requiere que nuestra forma de cuidarnos durante este periodo del año haga un especial énfasis en un elemento clave para nuestra salud: la hidratación.
Según explica Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, empresa líder mundial en el rubro de servicios y beneficios laborales, “es importante comprender que nuestra composición corporal está formada por casi 70% de agua, por lo tanto, es ideal para nuestro organismo mantener esta
cantidad, a fin de que nuestro cuerpo pueda seguir funcionando correctamente”. Según la profesional usualmente tenemos pérdida de agua a través del sudor, la respiración, la orina y un acto tan simple como el habla. Además, sostiene que es en los días de calor cuando esta pérdida
de líquido se hace más aguda.
Para conocer si nuestra hidratación está siendo adecuada, Flores comenta que “hay ciertos síntomas en los que podemos identificar deshidratación, tales como: sed, dolores de cabeza, la sequedad en la piel o una orina muy concentrada o de color amarillo fuerte. Aquellas señales
podrían estar advirtiéndonos de que nuestra hidratación no está siendo la adecuada”.
A largo plazo, una buena hidratación podría evitar consecuencias problemáticas, según sostiene Flores, quien también lidera el programa nutricional Gustino de Ticket Restaurant Edenred. La nutricionista asegura en que “una hidratación adecuada puede evitar que nos enfrentemos a
ciertos problemas renales o musculares. Es importante que, a través de un consumo adecuado de líquido, mantengamos un buen nivel de electrolitos, con el objetivo de cuidar nuestra función cardiaca”.
En cuanto a la mejor manera de hidratarse, Flores asegura que “Siempre el agua, sin aditivos ni endulzantes, es el primer y mejor recurso”. Las bebidas isotónicas, por otro lado, que se ven comúnmente en las competencias deportivas, cumplen más bien la función de rehidratar, cuando
hay una pérdida importante de agua, ya sea por vómitos o por una rutina extenuante de ejercicios, concluye la profesional.