“No hay necesidad de destruir para construir”, remarca el
parlamentario.
“Una nueva Constitución no solucionará los problemas sociales”, parte esgrimiendo
el diputado Javier Hernández, consultado por el período de propaganda electoral
iniciado este miércoles 26 de febrero de cara al Plebiscito Constituyente, que se ha
fijado para el 26 de abril.
Según opinión del parlamentario, “las demandas ciudadanas deben ser resueltas a
través de políticas públicas más eficientes y leyes focalizadas en distintos ámbitos
del quehacer nacional. No es necesario desviarse por el largo camino de una nueva
Constitución que requerirá de, a lo menos, dos años para su elaboración”.
Hernández remarca que “la actual Constitución consagra principios y valores
conforme a los cuales se organiza nuestra sociedad, destacando, entre estos, el respeto
por la dignidad humana, la libertad, la democracia y el bien común”.
De acuerdo a la visión del legislador, una Constitución puede tener fortalezas y
debilidades, y eso la convierte en mejorable. “Podemos discutir los puntos de la actual
Constitución que sean pertinentes, pero sin la necesidad de destruir para construir.
Esta tarea implica, por una parte, dejar a un lado la soberbia y ser capaces de
reconocer las fortalezas de la actual Constitución y, por otra parte, ser flexibles en la
búsqueda de las modificaciones que pretendan perfeccionar el texto vigente”, explica.
Ese es el camino que ha elegido Chile a lo largo de su historia. De hecho, la actual
Constitución tiene más de 30 reformas y está firmada por el ex Presidente Ricardo
Lagos, quien realizó una serie de modificaciones.
“Rechazo la idea de una nueva Constitución porque los problemas sociales deben
ser resueltos con sentido de urgencia a través de leyes y políticas públicas más
eficientes, pero, para lograr esto, necesitamos la voluntad de todos los sectores políticos y
reemplazar el odio por la unidad, y la violencia por la paz”, expresa, con firmeza,
Javier Hernández.
Finalmente, estima que “el verdadero progreso de Chile implica dejar atrás los
rencores políticos y trabajar con mayor rapidez, comprometidos con el bienestar de
todos los chilenos, en un clima de respeto, diálogo y tolerancia”.