En la madrugada de este viernes, una mujer de 44 años, fue agredida sexualmente, en las inmediaciones de la Plaza Yungay, del centro de Osorno. El agresor fue detenido, gracias a la colaboración ciudadana de tres jóvenes que se encontraban, en las cercanías, según lo informado a PL
Siendo las 3 de la madrugada, aproximadamente, de este sábado, la señora Marisol, de 44 años, cuando buscaba locomoción colectiva para dirigirse a su domicilio, luego de su jornada laboral, fue atacada sexualmente por un sujeto, a metros de la escultura del Arriero y su carreta, y de la entrada del Mercado Municipal del centro de Osorno. El agresor pudo ser detenido gracias a la colaboración ciudadana.
Este es el relato completo que realizó a PL, la señora Marisol:
En la madrugada del día sábado, cuando iba de vuelta a mi casa desde el trabajo, fui abordada por un hombre, de estatura media, poco más alto que yo en la entrada al Mercado Municipal, habiendo ya cruzado la Plazuela Yungay, casi frente de la estatua en madera del Arriero y su carreta. Se acercó por detrás de mí y me ofreció un trago. ‘No, Señor, muchas gracias’ – le respondí. Él me siguió y me dijo que me acompañaría para que conversáramos. Me negué. Insistió tratándome de ‘pesada’ y me cortó el paso poniéndose delante de mí. ‘Déjeme pasar’, le dije y seguí caminando. Se puso detrás de mí y me dijo: ‘¿Y esto te gusta? Me agarró el trasero de tal forma que llegó a levantarme, poniendo su otra mano en uno de mis pechos. Quise gritar, pero no me salía la voz. Me di vuelta para defenderme, intenté pegarle. Tenía una de sus manos en mi pelvis, estaba a punto de meter su mano dentro de mi pantalón y comencé a manotear e intentar pegarle en la cara. Logré darle un puñete en la boca. Él me agarró de los brazos y no podía moverme. Tenía mucha fuerza, me empujó y perdí el equilibrio. Caí hacia atrás casi sentada. Él me seguía tomando los brazos y al caer me provocó algunos rasguños».
El relato se interrumpió. La señora Marisol, visiblemente nerviosa, al recordar los dolorosos momentos vividos y luego de beber unos sorbos de agua, continuó con su triste historia:
«Él comenzó a caminar en dirección al Servicentro que se encuentra en Carrera con Pratt. Caminaba de manera tranquila, como si no hubiese hecho nada. Logré pararme y recién allí pude gritar. Comencé desesperadamente a gritar, ‘Carabineros, llamen a carabineros’. Cuando este hombre me escuchó gritar, se dio vuelta y comenzó a correr hacia a mí. Quedé paralizada. Al llegar con toda velocidad y fuerza me dio un combo en la mejilla izquierda y una patada en la pierna izquierda a la altura de la rodilla. Yo caí de lado, seguí gritando. Y él me gritó: ‘¡Cállate mierda!’. Sin perder en ningún momento el equilibrio, volvió hacia la bencinera y allí se dio cuenta que dos chicos corrían hacia él. Escucharon mis gritos. Yo aun estaba en el suelo. Me levanté cuando vi que dio vuelta y comenzó a correr hacia el Jumbo, atravesando la Plazuela Yungay y con dos chicos persiguiéndolo. Trató de cruzar la reja verde que lleva a la vereda del Jumbo y al saltar se cayó. Ahí los chicos pudieron retenerlo y lo inmovilizaron. Él comenzó a gritar como loco. Insultaba a la niña que estaba con los chicos, cada vez que pasaba un auto gritaba: ‘¡Me están robando!’. Los autos paraban y bajaban los vidrios, teníamos que dar explicaciones de lo que pasaba. Intentaba escaparse».
«Luego llegó una patrulla de Carabineros, de la 1ra. Comisaría de Osorno. Tomó declaraciones, lo metieron a la patrulla, y me llevaron al Hospital Base a constatar lesiones, en donde demoraron mucho en atendernos, había mucha gente, mujeres y hombres, la mayoría, por no decir todos, estaban en estado de ebriedad, golpeados y muchos de ellos ensangrentados. Algo que nunca había visto antes. Me sorprendió la naturalidad con la que todos actuaban. Como si todo fuese normal», expresó con mucha sorpresa, la señora Marisol.
Según los datos recabados en Carabineros, el agresor fue formalizado, por abuso sexual, en horas del mediodía de este sábado en la Fiscalía local.
FUENTE PAIS LOBO.CL,Enviado a PL por: Hugo Medrano